¿En qué consiste la iniciativa y dónde se ha implementado (en qué ciudad o en qué país, por ejemplo)?
El Ministerio de Educación de Jordania se ha fijado el objetivo de mejorar la calidad de vida potenciando la educación, elevando la calidad del sistema educativo y permitiendo a los jóvenes obtener mejores resultados académicos, lo que repercutirá, a su vez, en su bienestar. Una educación de mayor calidad garantizará la competitividad de Jordania en el mercado mundial en lo que respecta a su Economía del Conocimiento. Para alcanzar este objetivo, el país necesita recursos humanos cualificados, lo que exige una formación prolongada y diversas actividades educativas. Una de las iniciativas para apoyar este objetivo es el programa de Educación en el Abandono Escolar. La iniciativa se puso en marcha en 2004 como producto de la colaboración entre el Ministerio de Educación y la organización no gubernamental Questscope. El programa es un ejemplo de aprendizaje no formal que promueve la equidad en la educación. Los participantes tienen la oportunidad de formarse profesionalmente y entrar en un entorno de educación formal al incorporarse a la formación profesional impartida por la Sociedad de Formación Profesional. El programa desarrolla las competencias profesionales, lo que permite a los participantes adquirir un conjunto específico de habilidades y conocimientos y crecer personalmente. El programa hace hincapié en el derecho de los participantes a la educación, lo que les motiva aún más a seguir el aprendizaje formal (DVV International, 2013).
¿Cómo se estableció la iniciativa? ¿Cómo se puso en práctica?
El Ministerio de Educación de Jordania colaboró con varias organizaciones para abrir centros de educación no formal en diferentes zonas de Jordania. Entre 2004 y 2005, se abrieron 45 centros en zonas donde los indicadores de abandono escolar y de trabajo infantil eran elevados. Se impartieron 31 cursos para alumnos varones y 14 cursos para alumnas. En 2011, unos 5500 estudiantes se habían matriculado en estos centros, entre ellos 4600 alumnos y 900 alumnas. En 2012, se abrieron dos centros más para los alumnos varones y albergaron a más de 1500.
El programa se divide en la fase primaria, la fase intermedia y las sesiones finales, cada una con una duración de ocho meses. Es lo suficientemente flexible como para adaptarse a las necesidades de los estudiantes. Las clases no ocupan más de tres horas al día y suelen impartirse por las tardes. El material está en consonancia con los programas escolares y está aprobado por el Consejo de Educación del Ministerio de Educación. La fase primaria se adapta a la enseñanza elemental en Jordania. Permite a los alumnos adquirir habilidades básicas de alfabetización y matemáticas y realizar estudios nacionales, que incluyen el sistema de gobierno, la estadística, los yacimientos arqueológicos, el turismo y la formación profesional.
La fase intermedia, comparable a la escuela media (grados 5 a 7), ofrece una visión general de materias como la ciencia, la geografía y la historia. Se centra, además, en el desarrollo de habilidades sociales como la resolución de problemas, la comunicación y la exposición, entre otras. La fase final se ocupa de mejorar aún más las habilidades sociales con una formación profesional reforzada, que es comparable a los grados 8 a 10 de la escuela secundaria. En todas las fases se imparten clases de religión, lengua inglesa e informática. Al terminar el programa, los alumnos obtienen un certificado oficial reconocido por la Sociedad de Formación Profesional. Dado que el programa proporciona una educación equivalente a 10 grados de escolaridad, la certificación demuestra que los participantes han completado la escolaridad básica y están cualificados para acceder a la formación profesional o continuar su educación en otros entornos formales (DVV International, 2013).
¿Qué partes interesadas participan en el diseño y la implementación de la iniciativa? ¿A qué sectores representan?
El Ministerio de Educación colaboró con múltiples socios para desarrollar e incorporar diferentes actividades educativas. Tanto las organizaciones gubernamentales como las no gubernamentales implicadas en la reducción de las tasas de abandono escolar colaboran estrechamente con el Ministerio de Educación para poner en marcha la iniciativa, siendo una de ellas Questscope. Otras partes interesadas son la Sociedad de Formación Profesional, que supervisa todos los centros de formación profesional formal en Jordania, así como los profesores, formadores y otros beneficiarios del programa (DVV International, 2013).
¿Qué repercusiones tiene la iniciativa en cuanto a la promoción del aprendizaje a lo largo de toda la vida? ¿A quién beneficia y de qué manera?
El programa se dirige a jóvenes participantes de entre 13 y 20 años que no han completado o no pueden completar su educación secundaria. Las personas que no tienen la ciudadanía jordana, por ejemplo, los refugiados iraquíes y sirios, también pueden inscribirse en el programa. El programa está centrado en el alumno y da prioridad a los enfoques modernos de la enseñanza.
Los profesores actúan como facilitadores y apoyan a los alumnos en su itinerario de aprendizaje. Los centros están ubicados cerca de los hogares o los lugares de trabajo de los estudiantes para que sean accesibles, lo que garantiza un bajo índice de ausencias. Los alumnos participan en el proceso de aprendizaje no solo dentro sino también fuera del aula. Los recursos de la comunidad local y las donaciones cubren los costes de las actividades de aprendizaje al aire libre. Puesto que una de las razones del abandono escolar es la ansiedad frente a los exámenes y el miedo al fracaso, el programa desarrolló un sistema de evaluación con diferentes criterios.
La participación y la interacción durante las clases suponen la mitad de la nota final, y la asistencia y las actividades al aire libre constituyen el 10% de la nota total. Los resultados de las pruebas y los exámenes contribuyen en un 40% a la nota final. Los facilitadores, que en su mayoría son profesores de escuelas públicas, están formados para dar opiniones constructivas y aumentar la motivación de los alumnos.
El Ministerio de Educación y sus socios han formado a unos 300 facilitadores. La mayoría de los facilitadores que trabajan en los centros lo hacen simultáneamente en escuelas ordinarias. Reciben un aporte económico. En 2011, la evaluación realizada a los centros con la colaboración de la Universidad de Oxford concluyó que el programa tuvo un impacto positivo en el comportamiento de los participantes. Los niveles de agresividad descendieron significativamente y los evaluadores observaron mejoras en la relación con los compañeros y las familias de los participantes. En general, los participantes mostraron un mayor nivel de educación y una mayor motivación para continuar sus estudios (DVV International, 2013).
Referencias
DVV International. 2013. Adult Education and Social Change [Educación de adultos y cambio social]. [En línea] Bonn, dvv international. Recuperado de: https://www.dvv-international.de/fileadmin/files/ipe_67_final_web.pdf [Consultado el 4 de noviembre de 2021].