Educación para el desarrollo sostenible

La iniciativa de las Escuelas de Campo (EC) es un enfoque participativo de la educación que promueve el aprendizaje práctico a través del compromiso activo. Su carácter no formal implica técnicas de aprendizaje experimental y formación participativa en el campo, abarcando el ciclo completo de cultivo y cosecha. El objetivo principal de la introducción de las EC como alternativa a los enfoques de extensión convencionales, fue perfeccionar los conocimientos y las aptitudes de los agricultores a través de entrenamiento en las EC a lo largo de la temporada, en función de la demanda tecnológica de los agricultores (Bunyatta y Mureithi, s.f.; FAO, 2001). La iniciativa se introdujo en Kenia en 1996, con la apertura de cuatro EC en el distrito de Kakamega, en la provincia occidental. Desde entonces, se han abierto cientos más, principalmente en la Provincia Occidental (Kakamega, Busia y Bungoma), la Provincia de la Costa (Kilifi y Kwale) y la Provincia Central (Kiambu). Al principio, el programa se centraba en el maíz; sin embargo, se ha desarrollado para incluir otros cultivos y la producción ganadera.

En 2010, el Ministerio de Educación Superior de Malasia lanzó su Programa de Inculturación del Aprendizaje a lo Largo de la Vida para Malasia (2011-2020) con el objetivo de incorporar el aprendizaje a lo largo de la vida, en la cotidianidad de sus ciudadanos; el aprendizaje a lo largo de la vida se considera uno de los tres pilares del desarrollo del capital humano, junto con la escuela y la educación terciaria. La implementación de la iniciativa significa dar un paso hacia la priorización del aprendizaje a lo largo de la vida y la formación de una actitud predominante hacia la educación (CAEIA, Centro Asia - Europa de Educación e Investigación para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida, 2018).

En 2005, la ciudad de Okayama (Japón) estableció una Comisión de Promoción de la EDS (Educación para el Desarrollo Sustentable) con varias partes interesadas, para elaborar un plan que aprovechara el aprendizaje formal e informal dirigido a promover la sustentabilidad y la conciencia ambiental. En 2015, se elaboró un nuevo plan que identificó ocho prioridades y fue apoyado, además, por la iniciativa de 2016 de enfatizar la intención de hacer de Okayama una ciudad de aprendizaje. Los objetivos del plan incluían ayudar a las personas que tienen una visión para el futuro, que coincide con los principios de la Educación para el Desarrollo Sustentable (EDS), a participar en el proceso de desarrollo de la ciudad, facilitar la cultura tradicional y fomentar el intercambio intercultural, proteger el medio ambiente y fortalecer la economía (UIL, 2017).

La iniciativa de transformar Gelsenkirchen de un centro industrial a una ciudad de aprendizaje se puso en marcha como un intento de revivir una ciudad que sufría altas tasas de desempleo que habían alcanzado el 15% en 2016. En 1998, tras estudiar detenidamente la situación actual, se puso en marcha aGEnda 21 para aumentar la sustentabilidad de la ciudad e incorporar nuevas estrategias de aprendizaje que mejorarían la calidad de vida. Desde 2008, se han aplicado medidas eficaces para promover el aprendizaje a lo largo de la vida basado en la Educación para el Desarrollo Sustentable (EDS). En 2016, más de 120 empresas, instituciones y organizaciones firmaron una Declaración Conjunta para el Aprendizaje como confirmación del compromiso con el desarrollo de la ciudad y la comunidad.

Visión de Kenia 2030 es un programa de desarrollo aplicado entre 2008 y 2030. Su objetivo es transformar a Kenia en un “país de reciente industrialización y renta media, que ofrezca una alta calidad de vida a todos sus ciudadanos para 2030 en un entorno limpio y seguro” (Visión de Kenia 2030, 2021).